Las zonas francas fueron creadas para promover, el empleo, el comercio exterior, motivar la inversión extranjera, generar divisas y aumentar la competitividad.
Un motor de generación de nuevos empleos y dinamizador del comercio exterior, en esto se han convertido las zonas francas (ZF), que iniciaron operaciones en 1958 en Barranquilla, y aunque por más de 30 años esta industria estuvo pasiva, durante la apertura económica de la década de los 90 empezó a despertarse y, a partir del 2005, se ha convertido en una gran aliada para el crecimiento económico del país.
Según Hernando Caicedo, asesor en comercio exterior, logística y medio ambiente, “Colombia tiene quizá la mejor reglamentación de zonas francas en América Latina, reforzada por la entrada en vigencia de la Ley 1004 de 2005, que puso al territorio nacional en la órbita del comercio mundial y elevó considerablemente el ingreso de inversión extranjera”.
Lo interesante de este régimen franco, aplicado con éxito por gigantes de la industria como los Estados Unidos, donde existen unas 2.400 empresas afiliadas a unas 168 zonas francas y 263 subzonas, que generan más de 620 mil empleos directos, es que exime del IVA a los usuarios y de los gastos de logística de la operación, y al no tener que nacionalizar la mercancía que está en ellas, se dispara completamente la competitividad.
Sin embargo, Caicedo, quien también es miembro de la junta directiva de la Asociación de Comercio Exterior -Adicomex, considera que “posibles modificaciones al estatuto aduanero o la expedición de nuevos decretos, sería dar bandazos en contra de la inversión extranjera, el empleo, los impuestos y la sostenibilidad misma de un modelo considerado como exitoso a todas luces”.
SERVICIOS
En una a zona franca pueden operar empresas de logística, transporte, telecomunicaciones, asistencia médica, las de turismo, reparación, limpieza o pruebas de calidad de bienes.
Así mismo, están las de soporte técnico, mantenimiento, naves aeronaves o maquinaria y las de auditoría, administración, corretaje y consultoría o similares.
MODALIDADES DE LIBRE MERCADO
Las modalidades de zonas francas en Colombia van desde la permanente, constituida en un terreno de 20 hectáreas, con un patrimonio de $10.000 millones y dotada de la infraestructura básica.
También está la ZF especial de bienes, con empresas que invierten hasta 32 millones de dólares e infraestructura para ofrecer 150 empleos directos.
La ZF especial de servicios, acoge compañías, cuyo valor está entre los 2 y los 32 millones de dólares y tienen capacidad de emplear entre 150 y 500 personas. De igual forma, la zona franca especial para el sector agroindustrial puede ser ocupada por empresarios del sector que invierten unos 16 millones de dólares y ofrecen al menos 500 empleos indirectos.
Para empresas existentes que quieran ingresar a una zona franca, deben soportar un patrimonio de 32 millones de dólares, invertir en ella hasta US$150 millones y duplicar su renta líquida gravable.
Por último, existen las sociedades portuarias de servicio público, que pueden convertirse en zonas francas cuando invierten un mínimo de 32 millones de dólares y generan 20 empleos directos y 50 vinculados.
UN NEGOCIO BIEN DESARROLLADO EN COLOMBIA
Este modelo de negocio ha sido eficiente en el país, muestra de ello es que pasó de 10 zonas francas en el 2001 a 101 en 2013, con ventas por más de US$24.000 millones frente a los $3.700 millones de dólares de hace una década, es decir, un aumento de 550%.
Estas áreas empresariales están presentes en 60 municipios de 19 departamentos del país; generan más de 40.000 empleos directos y cerca de 90.000 indirectos.
http://www.portafolio.co/negocios/regimen-zonas-francas-colombia
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